No
importa lo buena que sea tu gramática, si no sabes qué palabras utilizar con
ella, no conseguirás avanzar en tu nivel del idioma. El vocabulario abre
puertas a nuevos mundos y hace que el aprendizaje sea divertido y gratificante.
Aunque
ampliar el número de palabras de tu vocabulario es como hacer dieta: hay que
esforzarse y no existe ningún truco mágico, secreto ni enfoque único para
hacerlo. Todo el mundo tiene que encontrar lo que mejor le funcione, aunque ser
paciente, establecer objetivos realistas y premiarse cuando estos se alcanzan
es siempre una buena estrategia, y se puede complementar con los siguientes
puntos.
1. Usa
técnicas de memorización
El
método mnemotécnico se usa mucho para memorizar vocabulario, consiste en usar
atajos mentales que ayudan a recordar palabras o conceptos complejos. Por
ejemplo, puedes crear asociaciones entre palabras: si no sabes cómo deletrear
la palabra accommodation (alojamiento), solo tienes que recordar que
tiene doscots (catres), que necesitan dosmattresses (colchones).
O puedes pensar en un acrónimo: como, por ejemplo, si tienes que ir a la STORE
(tienda) a comprar Spaghetti, Tomatoes, Olives, Rice
y Eggs (espagueti, tomates, aceitunas, arroz y huevos). El problema es,
por supuesto, que también tienes que memorizar el acrónimo, la canción o la
asociación, pero con un poco de práctica, acabarán ocurriéndosete conexiones
creativas y útiles. Y: cuanto más pienses en asociaciones y acrónimos, mejor se
te dará recordar las palabras que vienen con ellos.
2.
Crea un entorno de aprendizaje
Cuando
estás estudiando en el extranjero, puedes escuchar y leer el idioma por todas
partes y aprender mucho más rápido mediante la inmersión. Pero no hace falta
que vayas al extranjero para aumentar poco a poco el número de palabras que
sabes, puedes crear un inspirador ambiente de estudio dondequiera que te
encuentres: compra revistas o libros en ese idioma, ve películas o cocina (o
come) la comida local.
3. Pon
las palabras en contexto
Una
buena idea para aprender más palabras de manera más rápida es ponerlas en
contexto: en vez de escribir listas de palabras al azar, intenta ponerlas en
frases. De esa forma sabrás cómo se usan esas palabras en la vida real. Además,
si se te ocurren frases divertidas, las memorizarás mejor. Dependiendo de tus
métodos para aprender, también puedes hacer dibujos o encontrar imágenes que
complementen las frases y coloquen las palabras en su entorno natural.
4.
Aprende de situaciones de la vida real
Hablando
de contexto: las películas, series o programas de televisión, libros, podcasts
o canciones no solo son una gran fuente para conocer la mayoría de las palabras
comunes, también pueden ayudarle a memorizar el vocabulario, porque siempre lo
podrás asociar a una escena, una persona o un evento (real). Así que intenta
leer libros o ver películas en el idioma original (con subtítulos) y averiguar
qué significan las palabras. Si ves u oyes una palabra o frase que no
entiendes, escríbela, búscala y empieza a memorizarla.
5.
Pasa al siguiente nivel
Si
quieres llevar el aprendizaje al siguiente nivel, deja suficiente espacio para
hacer mapas mentales con palabras asociadas, sinónimos o antónimos. Si quieres
aprovechar al máximo el proceso de aprendizaje, intenta no traducir las
palabras a tu idioma nativo, explícalas y descríbelas en el idioma que estás
intentando aprender.
6.
Encuentra las herramientas que te vengan bien
Todo
el mundo aprende de manera diferente, así que si no sabes qué es lo mejor para
ti, prueba todos los métodos que puedas o una combinación de los mismos: puedes
usar tarjetas didácticas, aplicaciones, listas, juegos o pósits para memorizar
el vocabulario, son muy útiles. Lo mismo sirve para encontrar el momento
adecuado: algunas personas prefieren programar unas horas específicas, otras
prefieren aprender de manera más espontánea. Da igual el método que elijas,
asegúrate de seguir un ritmo de trabajo, después de todo, con la práctica se
llega a la perfección.
7. Haz
que sea interactivo
Al
igual que es importante que encuentres las herramientas adecuadas para ti,
también lo es que el proceso de aprendizaje lo más exhaustivo posible: no te
limites a leer las palabras en tarjetas o listas; escúchalas pronunciadas,
dilas en voz alta y escríbelas. Cuanto más hagas para que tu encuentro con las
palabras sea una experiencia para todos los sentidos, mejor. (¿Por qué no comer
helado mientras aprendes cómo se llaman los diferentes sabores?)
8.
Céntrate en las palabras que sean útiles
Si
quieres ampliar tu vocabulario porque quieres trabajar en una empresa de
marketing en el extranjero, probablemente no será necesario que leas obras de
Shakespeare o te centres en palabras relacionadas con la Edad Media. Cuanto más
prácticas y útiles sean las palabras para tu carrera profesional, tus aficiones
y las conversaciones de la vida real, más fáciles serán de aprender, y podrás
usarlas con más frecuencia. (Podría ser como un juego: puedes premiarte cada
vez que uses alguna palabra determinada en una conversación).
9.
Repítelas una y otra vez más
Recuerda
no repetir solo las palabras que estés aprendiendo en el momento, sino también
algunas que creas que ya tienes memorizadas. No tienes que repasar esas
palabras ya aprendidas tan a menudo como el nuevo vocabulario, pero cuanto más
las uses, mejor las recordarás y te vendrán a la mente cuando las necesites.
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